Pintar o estampar en seda es un proceso laborioso y lleno de magia.
Las telas se trabajan individualmente, cada una en su bastidor. Una vez pintada o estampada y para poder realzar sus brillantes colores y suave tacto se fija la pintura. Finalmente se lava y plancha la prenda.
Todo este proceso hace que cada pañuelo o fular o trabajo será único.
Los efectos que se consiguen pintando sobre seda son únicos, ningún otro soporte nos ofrece tal belleza y sensualidad en los trazos.
Es un verdadero espectáculo contemplar como se fusionan los tonos mezclándose armoniosamente y creando formas.