"como pincel en el agua"
Es una técnica conocida desde el primer tercio del siglo XX y que ha tenido un importante desarrollo a través de algunas corrientes pictóricas contemporáneas.
Pintar con acrílicos tiene la ventaja del uso del agua frente a los aceites y la rapidez del secado de la capa pictórica que facilita enormemente la continuidad del trabajo en un proyecto concreto.
También la dureza y la opacidad del resultado final es una ventaja que ofrece la técnica del acrílico.